sábado, 15 de julio de 2023

La distinta....

  Pasaba ayer por un paraje rural donde hay una escuelita abandonada, esas de las galerías con arcos, de ventanas y puertas altas, techos a dos aguas de tejas, antigua y empece a rememorar mi paso por aulas parecidas, mientras en la radio alguien hablaba de igualdades, desigualdades, inclusiones, bullyng y esas cosas; inmediatamente mi cabeza voló a ese tiempo donde todos eramos felices y ser pobre o rico era indiferente porque lo importante eran ser feliz o infeliz, divertirnos o no y aprender a defendernos o ser victimas  y entonces cayo a mi memoria, ella, la diferente.

Estaríamos en sexto o séptimo grado en aquella escuelita que a pesar de estar en medio de la ruta, a 40 o 50 kilómetros de la ciudad mas cercana tenia un alumnado importante y la mayoría de nosotros habíamos llegado con la escuela empezada en otros lugares y posiblemente no terminaríamos ahí tampoco porque nuestros padres eran empleados que iban y venían en las grandes estancias circundantes y ella no escapaba a esa regla.

No recuerdo ni su nombre; había llegado un día y se había unido a nuestra clase, tampoco se de donde venia ni recuerdo cuanto tiempo estuvo pero se que no termino la escuela con nosotros; era delgadita de estatura acorde a su edad, mas o menos como la nuestra, su cabello era largo, muy largo, mas abajo de su cintura, abundante, pesado, con largos bucles como si fueran olas, y de varias tonalidades que iban desde un rubio apagado hasta un rubio mas claro; sus ojos eran verdes, grandes y profundos, con largas pestañas y grandes cejas muy marcadas mas oscuras que su cabello, lo que le daba a su mirada una fiereza casi salvaje y difícil de sostener; su piel era muy suave, de un color raro, que no era ni blanco ni oscuro, como la arena diría yo, si, del color de la arena de un desierto y muy quemada por los soles y los fríos del campo; sus manos eran finas, con dedos largos con los que jugaba constantemente como haciendo pases mágicos, pero se notaba el trabajo duro en ellas; su nariz pequeña perfecta, armoniosa, delicada; su boca bien marcada, de labios prominentes, como dibujados, como estampada con un sello entre su nariz perfecta y su mentón pintado especialmente en ese conjunto; su cuello era largo, delgado, suave, de color uniforme y perfecto; sus piernas y rodillas rectas y armoniosas con pies exactos a su estatura y delgadez....perfecta.

Su madre la vestía inexorablemente con una pollera tableada, medias tres cuartos blancas, zapatos abotonados, y siempre guardapolvo tableado, abotonado por detrás con un amplio cuello y amplias mangas con un enorme moño en la parte trasera cuyos lazos sobrantes colgaban y se movían con el viento,  en el pelo en la parte posterior siempre llevaba otro moño que hacia juego en color con su pollera.

Portaba una cartera de cuero con una bandolera que por supuesto cada día traía lustrada y limpia tal como sus zapatos. 

Con todo ese panorama cualquiera que pudiese leer esto pensaría que todos los chicos estaban enamorados de ella, pero no, la realidad es que no, sino que mas de una vez la evitaban.

Era una escolar promedio bajo, mal hablada, de malos modales, de decir cosas inconvenientes a personas inconvenientes, de no saber cuando callarse, de hablar a los gritos, mal humorada, demasiado directa siempre, intentando dominar cualquier grupo donde estuviese, pero también era alguien frágil y sin duda alguna con algo que la atormentaba porque había días en los que llegaba a la escuela en silencio y solamente buscaba un rincón apartado, se sentaba en el suelo en ese lugar con alguna cosita en sus manos y la movía como queriendo hacer magia, y así se sucedían los días, quedaba totalmente vulnerable, indefensa y eso lo usaban para caerle encima, hasta que inesperadamente volvía a la vida e inmediatamente regresaba a las peleas con los varones, a jugar al fútbol y putear como un camionero mientras le metía un empujón a algún compañero, regresaba al salón toda transpirada, los pelos revueltos, los zapatos sucios, el guardapolvo todo desparramado y el moño desarmado arrastrado por el piso o la veías tomando agua agachada en una canilla cualquiera del patio, o tal vez volvía a jugar a la bolita con los varones, y lo hacia muy bien, moviéndose en el suelo en cuatro patas, ensuciando manos, rodillas, zapatos, todo, o sea volvía a ser ella.

En el grupo estaban Mercedes e Irene, mellizas idénticas, bonitas pero dueñas de una belleza ordinaria, y Marcela, su prima, las tres clásicas estudiosas del tipo molesto intentando sobresalir siempre por las buenas o por las malas, no a través de violencia explicita sino violentandote con sus actitudes, sus comentarios, sus miradas, sus risas, violencia que es la peor porque no tenes manera de defenderte y que no es tomada como violencia por nadie, pues bien ellas tenían esa forma de caerle encima a ella, a la distinta, a quien hacían victima constante ya que a los demás ya los habían doblegado pero ella no acusaba, al menos a la vista, el impacto de sus actos agresivos, por lo que cada día iban un poco mas allá, sobre todo cuando ella estaba vulnerable, abatida o simplemente en otro lugar.

Y como no podia ser de otra forma un día todo estallo; estábamos en el patio cuando Irene, su hermana y Marcela hacían pasto de ella en forma alevosa y abierta mientras estaba aparentemente entretenida y distraída discutiendo algo con alguien unos metros mas allá, imprevistamente ella se callo la boca, quedo un momento en silencio, como pensando, luego giro hacia donde las otras tres estaban y arranco caminando con un paso firme y rápido, con una cara que presagiaba que eso no iba por buen camino; se hizo silencio en el patio, todos miraron hacia ella, luego hacia las otras tres, hasta que finalmente y luego de lo que pareció una eternidad, ella llego a un par de metros de Irene y las otras dos, se detuvo, tomo aire, las fulmino con su mirada, apretó los puños, las otras se enfilaron contra la pared cercana, y ella simplemente les grito: "...me tienen podrida...cansada... aburrida...ahora mismo voy a ir al salón y voy a mear sobre sus cuadernos y a ver si me siguen jodiendo....", el silencio se hizo mas profundo y después hubo un murmullo, acto seguido a paso rápido enfilo para el aula con el ceño fruncido pero con una firme actitud.

Vale aclarar que no utilizábamos bancos comunes, esos de a dos uno al lado del  otro, sino que usábamos mesas y sillas en las que nos sentábamos como máximo de a cuatro y como es de imaginarse Irene, su hermana y Marcela se sentaban juntas tomando para si toda una mesa.

Para algunos los pocos metros que recorrió hasta el salón fueron eternos y para otros muy rápidos, la cuestión es que abrió la puerta del aula dando un portazo que resonó en toda la escuela, se paro en el vano de la puerta con actitud dramática, se dio vuelta, miro hacia Irene y las otras que habían quedado como petrificadas unos metros mas allá y hacia todos nosotros que la seguimos, camino decididamente hacia la mesa de ellas, tomos los tres cuadernos, los abrió, y coloco uno al lado del otro, piso en la silla, subió a la mesa, se agacho mirando hacia la puerta donde estábamos todos nosotros y mas atrás aun absortas las otras tres chicas, corrió su bombacha y vimos comenzar a caer un liquido color dorado desde debajo del sus ropas mientras ella ponía la mayor cara de placer que he visto en mi vida; el liquido caía sobre los cuadernos, la mesa, empapaba todo, salpicaba, corría hasta el piso, hasta que no hubo mas, entonces ella con un rápido movimiento sin que nada se viese, acomodo su bombacha y salto directo al piso, y se dirigió directamente con una amplia sonrisa a la dirección a paso tranquilo mientras miraba a las otras tres que empezaban a llorar.

Ese día prácticamente no volvimos a verla hasta la salida y cuando lo hizo, se fue sin decir nada a nadie ni hacer ningún comentario.

Al día siguiente la vimos llegar mas tarde junto a su mamá e ingresar a la dirección pero no volvió al salón, ni ese día ni los siguientes, sino que simplemente ingresaba a la escuela y se dirigía a la dirección donde permanecía hasta la hora de salida sin salir siquiera a los recreos, pero llamativamente con una sonrisa complacida.

Eso duro unos cuantos días, no recuerdo cuantos pero final y simplemente no regreso a la escuela y lo único que la maestra, la Señorita Nora, nos dijo fue que su mamá había decidido cambiarla de escuela y no volvió a hablar del tema.

Los días volvieron a su monotonía habitual aunque Irene, Mercedes y Marcela ya no volvieron a ser las mismas, dejaron de gozar de la protección de las maestras e incluso se aislaron definitivamente del resto.

Egresamos y me fui, nunca supe nada mas de ella y ni siquiera recuerdo su nombre pero si leyeron esto hasta acá se acordaran que dije que a pesar de su belleza nadie estaba enamorado de ella...les mentí...yo si estaba enamorado de ella, de la distinta, y lo estuve por mucho tiempo... 

martes, 11 de julio de 2023

Yo puedo....

 El espacio entre los dos,

la distancia entre dos mundos,

el sentido del dolor,

la esperanza de la vida, 

¿donde cabe esa sensación?


Las ganas de estar unidos,

la locura de huir juntos,

el sueño de ser eternos,

el compartir un momento, 

¿son solo una evocación?


Como te pienso esta noche,

si tu tiempo fue otro tiempo,

como te pienso y no lloro,

si el dolor no me abandona,

¿debo dejar de pensarte?.


Puedo dejar de pensarte.....


viernes, 21 de octubre de 2022

SOMBRAS DE SERES HUMANOS


Sombras de seres humanos
que vagan sobre la tierra
la sombra de mis hermanos
que se me mueren de pena
que ya no posan su labio
sobre esa mujer tan buena
de boca como un durazno
y una mesa de maizena
y así todos mis hermanos
caminan sobre la tierra
mirando televisión
que les roba la inocencia
sin orgullo, sin amor
y lo que es peor resignados
ya sin nada de vergüenza
y me yergo como un látigo
para que bulla esa sangre
sangre brava contenida
sangre de todas las penas
que sangre sobre la sangre
que sangre sobre la hiena
que nos muramos sangrando
viviendo la vida plena
rompamos televisores
teléfonos, computadoras,
quedemos incomunicados
pero comunicados de veras
por un beso, una caricia
una mirada, una idea
el aletear de las almas
la simpleza de la aldea
que ellos mueran por Internet,
y tu.....
y tu besando a tu negra.....



viernes, 11 de marzo de 2022

              TUS RASTROS

Entendí en el camino y al andar
que la huella no es importante
que el paisaje aunque cautivante
termina siendo pasajero
que al final de la jornada
lo que terminara importando
sera el rastro que has dejado.

Que tu rastro aunque pequeño
marcara una huella a seguir
y cuanto mejor sea tu rastro
mejor serán quienes lo sigan
por eso aunque simple sea tu vida
aunque no veas nadie detrás
ten siempre en cuenta el rastro que dejaras.

jueves, 1 de julio de 2021

No pudimos salvarnos...

 Debí quererte menos, 

debiste ser peor, 

o quizás mejor.


Debí no haberte mirado, 

debiste haberme ignorado,

todo salio tan mal.


Debí ignorarte, pero....

no pude.


Supiste irte a tiempo, 

cuando no quedaba nada, 

cuando todo se estaba hundiendo.


Debí ignorarte, pero...

no pude.


Uno debía salvarse, 

los dos era imposible, 

nunca es asi.


Debí ignorarte, pero...

no pude.

lunes, 28 de junio de 2021

Pensamiento relativo..

La vida no es justa

es una verdad total

pero que sea verdad

no la hace buena

no la hace mala


Que seas injusta

no te hace buena

no te hace mala.


La vida es intensa

es algo relativo

pero que sea relativo

no la hace real

ni la hace irreal.



Que seas intensa

no te hace buena

no te hace mala.


No duele que seas injusta,

duele que seas tan real.

jueves, 3 de junio de 2021

General Villegas...aquel viaje....

Si alguien ha leído esto y espero que si, recordara que en algún momento mencione que en mi primer salida al moto encuentro de Mar Chiquita conocí en un cruce a mi amigo Juan Carlos con quien quedamos en otro momento y circunstancias realizar alguna salida juntos, ya que el viajaba mucho y tenia muchos amigos moteros.
Ocurrió entonces que si mal no recuerdo a mediados, creo, de 2015 me llamo un jueves a la noche, alrededor de las 21 horas y me invito sin mucho preámbulo a viajar a la ciudad de General Villegas donde se iba a realizar un moto encuentro ese mismo fin de semana y al consultarle cuando salíamos me dijo frescamente mañana a la mañana, por lo que teniendo terribles ganas de viajar le dije que si casi sin pensarlo quedando en encontrarnos a las 7 de la mañana del viernes en el cruce de las Rutas 227 y 226, lugar donde alguna vez nos conocimos, y a esta altura cabe aclarar que era ya entrado el invierno o por lo menos fin del otoño por lo que los fríos eran bastantes intensos, con importantes noches heladas aunque con días cálidos.
Cargue la moto con lo necesario y me acosté, dormí poco y me levante a las 5 y 30 horas, me abrigue con lo mejor que tenia y lo mejor que pude, calenté bien la Brava y arranque, el frío era espantoso, cortaba y pasaba cualquier ropa.
Hice varias paradas porque la helada que había caído   era salvaje y finalmente llegue al lugar del encuentro cuando empezaba a amanecer y fue ahí donde vi el mensaje de mi amigo en el que me decía que se iban a atrasar un rato porque uno de los del grupo se había dormido, así que tome unos mates con el agua que llevaba en el termo para mitigar  un poco el frío porque en el cruce no hay ni una planta siquiera y decidí seguir camino hasta Tandil o sea casi 70 kms para adelante, previo mandar un mensaje a Juan.
Llegue cerca de las 9 a una estación de servicio y me acomode en el interior, no podía creer lo cálido que era eso¡¡¡ pedí un café con leche y me quede muy quietito, mientras sacaba cuentas que aun nos quedaban desde allí unos 460 kilómetros, lo que es mucho al paso que llevábamos.
Cerca de las 10 creo, cayo un grupo de lo mas variado, constituido por Juan Carlos en su Gilera 275, un sobrino de el en una Honda Magna 750, otro sobrino en una Honda XR 125, un empleado bancario en una Motomel S3 125, recién sacada de la agencia con sus primeros 200 kms hechos desde Mar del Plata hasta Tandil.
Los mas equipados eramos Juan, el sobrino de la Magna y yo, mientras que los otros 2 eran medio improvisados y le habían cargado sus equipos a la Magna que podía llevar cualquier cosa encima.
Estaba haciendo memoria y recordé que también iba un muchacho de quien no recuerdo ningún detalle en una Yamaha F16 de 180 c.c. con quien íbamos a tirar juntos por una cuestión de cilindrada.
Después de los saludos de rigor y presentaciones, cargar nafta y tomar algo caliente, salimos a la ruta y la verdad que desde allí en adelante se volvió muy placentero pero el paso que llevábamos era muy lento porque tanto el XR 125 como el Motomel 125 con el viento iban a no mas de 70 u 80 kms en parte y constantemente nos separábamos, parábamos, perdíamos algunos y los volvíamos a encontrar.
Recuerdo en algún punto de la ruta una parada que hicimos para reagruparnos y tomar unos mates o creo que hubo una pinchadura, en que llego el pibe de la Magna que como viajaba muy rápido se había quedado muy atrás y cuando va a parar la moto nota que la llave que va colocada adelante y abajo a la izquierda, no estaba, la había perdido por lo que dio la vuelta y se volvió unos kilómetros por si existía la posibilidad de encontrarla porque tenia un llavero de color naranja fuerte muy grande pero al rato volvió sin nada.
Ahí se planteaban dos escenarios, si paraba la moto soltando el cambio seguramente la podía poner en  marcha de vuelta con el encendido porque quedaba en contacto pero no podia quitar el contacto, con lo cual se iba a agotar la batería y esa moto no tiene patada.




Así que a alguien se le ocurrió en probar las llaves de todas nuestras motos por si alguna le iba, cosa que resulto acertada porque al probar la llave de mi Brava le andaba perfectamente, podía usar mi llave sin problema.
Así que de ahí en adelante el no se iba a separar de mi porque cada vez que parábamos el paraba la moto con el cambio y sacaba el contacto con mi llave y luego para encenderla la volvía a poner en contacto con mi llave y me la devolvía hasta la próxima parada.
Pero las cosas no iba a terminar ahí porque creo que antes de llegar a Bolívar y ya cayendo la tarde la moto de Juan Carlos empezó a tener problemas, hacia un corte y se paraba, nos dimos cuenta que el tema era la batería que obviamente se había puesto en corto, cosa que teníamos que solucionar a la brevedad antes que cayera la noche y faltando apenas unas 5 cuadras para llegar a un lugar en Bolívar donde atender la moto, se corto del todo y se planto, así que vi algo que jamas volví a ver, mi amigo Juan con sus 70 años se bajo, y empezó a empujar la moto llevándola al trote por esas 5 cuadras hasta un lugar muy particular, quienes todos conocían como el taller de "La Rosita" aunque no se llamaba así, sino por lo que había encima del taller.






Ese lugar era un tallersito pequeño pero de una prolijidad y una atención increíble, atendido por un muchacho con muchísimo conocimiento en motos, el que luego de un rato soluciono el problema mientras nosotros mateabamos y nos divertíamos un poco, pero también nos dábamos cuenta que iba cayendo el atardecer y estábamos a 225 kilómetros de Villegas, con buena ruta hasta Carlos Tejedor pero de ahí en adelante un desastre.






Así que finalmente movimos, luego de unos kilómetros cayo la noche, con la noche el frío y con el frío una niebla densa, pero muy densa.
En ese momento las cosas comenzaron a ponerse densas como la niebla, el asfalto muy roto, apenas si veíamos a que iba adelante, la niebla mojaba los visores, si los habríamos nos empapábamos los ojos; recuerdo que en medio de esa cerrada fila que llevábamos un camionero inconsciente se largo a pasarnos a toda velocidad y de repente apareció otro vehículo de frente lo que hizo que ese idiota se cerrara y en forma milagrosa cupiese entre mi compañero y yo que íbamos separados por la distancia justa para que entrara el camión pero de todas maneras el susto y los insultos viajaron varios kilómetros con nosotros.
Finalmente y después de una penosa procesión llegamos a un cruce muy iluminado, giramos hacia algún lado y seguimos rodando hasta que el supuesto "baqueano", que no era otro que el muchacho del FZ, por haber vivido en General Villegas, nos aviso que nos habíamos pasado de largo, por poco, pero tuvimos que volver unos kilómetros.
Una vez que ubicamos el predio la cosa cambio; llegamos hasta allí, pagamos nuestra entrada y buscamos ubicación.
En el lugar había bastante gente, muchas motos, mucha música y todo pintaba excelente, nada que ver con el clima espantoso de la ruta.
En el centro del predio había un lago artificial que reflejaba las luces del pueblo y también las luces del encuentro y fiel a mi costumbre directamente enfile para la orilla del lago, alejándome un poco de las luces y el ruido, baje mi equipaje, arme mi carpa y me puse ropa cómoda para dedicarme a disfrutar de la música, la comida y obviamente tomar algo en la cantina porque ya eran mas de las 9 de la noche.....increíble¡¡ .....estaba viajando desde las 5 y 30 de la mañana y no sentía ni la menor fatiga.
Después de que cada uno se acomodo, cenamos, conseguimos algo para tomar y estuvimos un rato escuchando las bandas que tocaban esa noche pero finalmente a eso de las 2 ya no pude mas y me fui a dormir.
Me dormí instantáneamente porque no recuerdo nada mas que llegar a la carpa, tirarme en el colchón inflable y sentir el ruido de los pájaros del día siguiente.
Sentía que alrededor hablaban, ruido de motores de moto, música a lo lejos; mire mi reloj eran como las diez de la mañana, había mucha vida afuera y se notaba que el clima estaba excelente, nada de frío ni viento; al abrir la carpa de pronto me encontré con un paisaje espectacular de un lago de aguas quietas que reflejaban el cielo y el entorno, el sol calentaba en forma agradable, en resumen un día genial.
Salí de la carpa y salude a todos para después tomar mis cosas de higiene y dirigirme al baño, a las duchas.
Después me prepare buenos mates y me senté a charlar en la rueda con todos los demás, sobre el viaje, que hacia cada uno, de donde eramos, en fin, conocernos realmente; decidimos comer algo en la cantina y dar unas vueltas por el predio, las costas del lago, un largo malecón que había hasta el centro del lago casi y obviamente mirar motos y mas motos.
En el centro del predio se había preparado una gazebo muy grande con sillas y una pantalla tipo auditorio, por lo que nos acercamos a ver una cartelera que había en ese lugar descubriendo que a la tarde se iba a exhibir "La película del Vikingo", que seria la historia de un motero protagonizada por un motero diríamos algo particular a quien todos conocían como el el Vikingo y estaba acampado ahí nomas, así que decidí que iría a verla porque la verdad para mi era algo bastante nuevo y hasta raro ya que no hay que olvidar que era mi tercer moto encuentro por lo que no estaba muy seguro que era que en cada lugar o algo así.
A las tres de la tarde creo, se iba a realizar la tradicional caravana por la ciudad, costumbre  que con el tiempo se ha perdido, así que después de comer algo decidí meterme en la carpa y dormir un ratito, no porque me sintiera cansado sino por puro placer; la verdad es que me todo parecía muy lento, como si el reloj hubiera bajado la velocidad y así pareció que me hubiese desmayado porque me dormí profundamente en el acto.
No tengo idea que paso ni el tiempo que paso, solo se que fue como no estar, esa es la sensación que me dio ese tiempo que dormí porque me desperté mas descansado de lo que jamas en mi vida me había sentido, relajado, con la mente en blanco, incluso con esa cosa rara de casi no tener mucha idea donde estaba, pero si tengo bien claro que era espectacular sentirse así; mientras volvía a la realidad empece a recordar por los ruidos, música, motores, gente que gritaba, donde estaba y que estaba haciendo, así es que abrí el cierre de la carpa, el clima era excelente y el sol ya estaba yéndose por el oeste a mitad de camino entre el horizonte y la copa de los arboles tirando sobre el lago totalmente quieto una suave luz naranja que se mezclaba con el celeste del cielo de arriba.
Eran como las cinco de la tarde o sea que había dormido como tres horas y ahí nomas los que estaban en una rueda mateando o tomando algo me dijeron que me había perdido la caravana, cosa que la verdad en mi estado de bienestar, era irrelevante; me vestí, prepare unos mates con mi propio equipo, fiel a mi costumbre y después de un rato recordé la famosa premier de "La Película del Vikingo" que iba a ser como a las seis o sea que estaba a tiempo y preparado.
En el lugar de la exhibición  estaba sentado en primera fila y al centro como debe ser obvio, el protagonista......"El Vikingo"..... rodeado de varios personajes muy afines a su figura y que le daba un halo algo místico, todo perfecto y acorde.
Lo que vino después la verdad, no se aun al día de hoy y habiendo visto ya un par de veces la tan mentada película, como describirlo, fue una hora y media de algo que se podría llamar de mil formas diferentes y que creo que cada uno debería juzgar luego de ver la película, pero seguro que mi imaginación estaba lejos de creer que terminaría siendo una obra de culto, así que acá nomas les dejo el enlace y se las recomiendo.

https://www.youtube.com/watch?v=qQQIV2kg1zc

Después de la película y ya entrada la nochecita el grupo decidió hacer un asado así que fuimos con Juan Carlos hasta el pueblo a buscar lo necesario, carne, pan y bebida, pero lo hicimos caminando ya que todo estaba cerca nomas mientras los otros armaban el fuego y de paso otro poco mas de charla ya que mi amigo resulto ser un tipo muy interesante, con mucha historia de vida o por lo menos de las que me gustan a mi, lo que nos llevaría a mas viajes y aventuras juntos.
Tuvimos una muy buena cena, sábado a la noche, teníamos para tomar algo y comenzaban las bandas grandes por lo que nos fuimos a la zona del escenario; de la charla durante la cena podría decir muchas cosas o nada, seria lo mismo porque se hablo de todo y de nada, fue solo disfrutar de buena compañía y divertirse.
No se que hora podría ser, pero no era muy tarde seguro cuando me acosté y volví a dormir de la misma forma, profunda y relajadamente a pesar de que había música y otros ruidos.
Mi despertar fue parecido al anterior, excelente, y encima con la expectativa de volver a la ruta¡, el día pintaba excelente, cálido a pesar de estar ya casi en invierno, todo marcaba que iba a ser un buen día de moto.
Mientras tomaba unos mates arme mi moto enseguida ya que por esa época no llevaba tanto equipo, lo básico nomas igual que mis compañeros, nos agrupamos y partimos en medio de saludos de otra gente de moto y de los organizadores que eran conocidos de Juan Carlos.


La vuelta no tuvo nada que ver con la ida porque así se estableció de movida, menos hueveo y mas acción, así que todo iba mas rápido y hasta mas divertido porque se empezaron a dar algunas "picas" entre nosotros, en buen sentido, ya que el XR 125 tiraba junto al S3 125 y era muy divertido ver dos motitos tan chicas ir al limite que no supero en ningún momento aun con buenos vientos los 118 kilómetros por hora y por tiradas muy largas, eran la chinita contra la japonesita y en mi caso empezamos a tirar con la Yamaha también al limite estableciendo algo así como la china mediana contra la japonesa mediana mientras los otros se limitaban a seguirnos y divertirse, así que recorrimos el mismo camino que de ida parando en un par de oportunidades para cargar nafta y tomar unos mates.
Como nota de color de la vuelta recuerdo si haber cruzado en algún punto de la ruta un grupito de varias motos chiquitas, 125 c.c. y 110 c.c. muy desmanteladas o tuneadas o como quieran decirles montadas por pibes muy jóvenes con sus chicas con apenas un par de mochilitas de equipaje y posteriormente donde había una estación de servicio donde paramos un rato, encontrar una control policial en cuyas manos cayeron todas estas motitos y sus ocupantes que habían quedado atrás nuestro; la consecuencia fue que en pocos minutos los pibes estaban de a pie con sus mochilas charlando con nosotros en la estación de servicio y sus motos partían en las cajas de las camionetas de la policía, mientras a ellos les quedaban como 250 kms para volver a casa, ignoro a la fecha como habrá terminado la historia.
La cuestión es que luego de esa intensa marcha llegamos al cruce de la ruta 226 y 227 donde debía separarme del grupo y recorrer pocos kilómetros hasta casa en solitario, teniendo todavía un rato de luz y buen clima.
Fue también relajante recorrer esos últimos kilómetros solo, a mi ritmo, disfrutando del atardecer, con la cabeza limpia.
Puedo decir a modo de cierre que después fui a muchos encuentros y aunque siempre la pase muy bien, tal vez ese fue el que mas disfrute porque hay que distinguir el viaje del moto encuentro, ya que a veces el recorrido para ir y venir es bueno, el encuentro es decepcionante, y otras veces el recorrido es malo pero el encuentro es muy bueno, en este caso fue excelente en todo sentido y solo me dejo mas y mas y mas ganas de subirme a la moto y compartir momentos así.