domingo, 28 de julio de 2019

Azul....lo que me dejo....

En fin, el día fue pasando, el resto no dio para mucho cuento mas, pero si alguien recuerda en un relato anterior mencione que en el mismo hotel  donde Raul y yo nos alojábamos había varios personajes que andaban en moto procedentes también de Loberia a quienes obviamente conocía pero a los que en general no había tratado.
En el ir y venir, entretenidos no habíamos prestado atención al paradero de ellos ya que solo nos cruzamos brevemente en el desayuno del hotel, pero si era seguro que no los habíamos visto en todo el día ni el día anterior, hasta que en un momento en que circulábamos por una esquina de la plaza de Azul donde se ubica una conocida y cara confitería; allí es donde Raul me dice que en la confitería están los "moteros" de Loberia.
Por pura cortesía nos acercamos a saludar, luego de una breve charla, la verdad quede sorprendido, lo primero es que nos enteramos que a pesar de que están en Azul desde hace dos días, no han ni siquiera pasado por el lugar del encuentro, las motos están guardadas en el hotel, ellos se instalaron en esa confitería al mediodía, al momento son mas de las seis de la tarde y siguen ahí, con planes de quedarse a cenar en ese mismo lugar, o sea, doce horas sentados allí, mi mente realmente trataba de entender de que se trataba eso.
La cosa no daba para mas, nos fuimos y volvimos al encuentro donde no hubo grandes cosas para ver, solo mas desorden y desorganizacion.
Hubo un intento cayendo la noche, de dar un espectáculo con unos "stunt", como se llama a quienes hacen malabarismos o piruetas, o como quieras llamarlo, lamentablemente termino mal, un truco fallido con una mujer del publico lastimada.
Nos arriamos un rato a una cantina como para comer algo, nueva cola, y desde allí decidimos irnos, teniendo que pasar nuevamente por medio del despelote de los "cortadores" de la entrada que seguían sin ningún tipo de control.
Después de un agradable descanso, un buen despertar, dia domingo a la mañana, al ir a desayunar nos enteramos que nuestros vecinos "moteros" loberenses había salido a las siete de la mañana, en pleno invierno, sinceramente no lo podíamos creer¡¡, estábamos a apenas doscientos kms de nuestro pueblo.
Asi que hicimos una previa recorrida por el pueblo ya mas tranquilos, domingo a la mañana.











Despues de un paseo relajante volvimos a la ruta y fiel a mi costumbre, me perdi, sali para cualquier lado, haciendo como kilometros de mas, eso pasa generalmente cuando te relajas demasiado, lo cual es muy pero muy bueno.
La cuestion es que debi haber tomado en direccion a Tandil pero casi termino yendo a Bahia Blanca, menos mal que mi compañero se avivo a tiempo, asi que finalmente embocamos la ruta.

La vuelta hasta Tandil fue muy relajada, de verdad la disfrute, pero por sobre todas las cosas disfrute salir de ese desastre que fue el moto encuentro al cual al dia de hoy no volvi a pisar y no pienso volver jamas.


jueves, 25 de julio de 2019

Azul....mucho ruido y pocas cosas....

La tarde se presentaba hermosa, la temperatura excelente, la cantidad de gente era al menos para mi fuera de lo común, no había un sitio donde sentarse calmadamente a simplemente pasar un momento, observar motos y cosas así, o sea hacer lo que se hace en un encuentro de ese tipo, pero el problema es que el movimiento ya era un poco incomodo, motos a mucha velocidad, gente que nada tiene que ver con un evento así, stands de venta que nada que ver con las motos, colas para poder tomar una simple gaseosa y ni hablar de algo que para mi siempre fue algo de vital importancia cuando voy a estos eventos, baños, baños y baños en condiciones, la realidad es que casi no había y eran un asco.
La noche fue cayendo lentamente, decidimos comer algo y después intentar ver los shows musicales, según la propaganda vendida había recitales durante toda la noche; puedo recordar que nos sentamos a un gazebo de los tantos que había y haber disfrutado un enorme sándwich de milanesa, nada despreciable.
Después de eso, simplemente tomamos nuestras motos y nos dirigimos a algún lugar cercano al escenario; con nuestras queridas nenas como un cómodo asiento nos dedicamos a escuchar en primer termino un grupo de local de chicas con un rock un tanto pesado, no muy de mi gusto pero me cayo bien, buenas letras y bien tocado, pero en un momento llego lo mio, LEGENDARIOS 70¡¡¡¡¡¡, por favor, busquen en Youtube....dejo enlace...https://www.youtube.com/watch?v=URTjRmUZ0B0  si algún momento quieren perder un minuto, simplemente escúchenlos.










Quiero aclarar que mi compañero no es precisamente un expedicionario de la noche, así que por lo tanto, lo mio no iba a ser muy largo, luego es escuchar lo que me gustaba, charlar con personas que fuimos conociendo, algunos personajes interesantes pero la cosa se fue desvirtuando, aparecieron los famosos "cortadores"; para quienes seguro no conocen estos tipos, les cuento quienes son y que hacen.
Un "cortador" es un "cabeza de tacho", pero ser humano al fin  aunque no estoy muy seguro en que parte escala de la evolución humana se encuentra; generalmente el "cortador" es poseedor y digo poseedor no propietario porque nunca se  sabe de sonde vienen esas motos que ninguna pasa los 125 c.c. totalmente desmantelada, tuneada, planchada, o como quieras llamarla, carente de patente, luces o cualquier otro elemento de seguridad, jamas usa casco o cualquier otro elemento de seguridad y es perseguido por cuanta autoridad  haya dando vuelta.
No viaja, carece de toda documentación y por lo general vive en forma ATR, eso se lo dejo al lector, averiguenlo y coméntenmelo.
Como se realiza un corte?, paso a explicarlo: la motocicleta tiene entre sus diversos elementos sobre el manillar derecho donde va el acelerador dos teclas, una de ellas es el boton de arranque, es decir, pones el contacto mediante la la llave de contacto luego oprimís esa techa que hace girar el motor de arranque o "burro" lo cual hace que la moto encienda; la otra tecla que existe es una que al accionarla corta la corriente del encendido y la moto se para automáticamente, básicamente corta la corriente que va a la bujía.
Cual es la  función de esa llave de corte? es muy simple, es una llave de corte de emergencia, en caso de una caída o cualquier otra cosa que te ponga en peligro, no tenes necesidad de accionar  o girar la llave de contacto, algo que te puede llevar mas tiempo, solamente tenes que tocar esa tecla, el motor se detiene inmediatamente.
Ahora bien, que tiene que ver esto con los cortadores? paso a explicarlo, cuando vos queres realizar un corte, o sea una importante explosión, solo tenes que acelerar a fondo la moto, y luego activar la llave de corte de emergencia, cortar y conectar, cortar y conectar, la junta de gases en el cilindro, produce esas fuerte explosiones que te hacen explotar los huevos.....una y mil veces.
Todo se fue poniendo aburrido,  así que decidimos irnos, era bastante temprano, no creo que fueran mas de las 2 de la mañana, así que enfilamos para el hotel y al salir nuevamente un ejercito de "cortadores" haciendo picadas en la entrada del moto encuentro, deprimente.
Luego de una noche de descanso muy buena, el sabado fue un poco mas interesante, desayuno en el hotel, vuelta al predio, ningún cambio, pero alli nos enteramos que habia una movida interesante en la ruta: picadas, obviamente ilegales, pero de motos interesantes y hasta alli nos fuimos, a pocos kms de Azul en una ruta sin transito, divertido al menos para nosotros.







Experiencia interesante, hasta que llego la policía, allí termino la historia, así que no quedo mas remedio que volver a la ciudad donde se estaba organizando la tradicional caravana, hoy ya fuera de uso, así que no quedo mas remedio que unirnos a ella, momento divertido, con la elección de la reina....















Obviamente tuvimos nuestra Reina...como correspondía, una mujer de moto... 




También aquí se dio algo extraño, nuevamente los cortadores arruinaron todo, y en especial se dio algo raro con "moteros" de Loberia, y lo pongo entre comillas porque ese dia les perdi totalmente el respeto y hasta el día de hoy les huyo...los esquivo.






jueves, 20 de junio de 2019

Azul, primera mala impresión..

Una cosa lleva a la otra, así dice un dicho popular, hijos de las redes sociales somos, allí todo se acelera; continué con pequeñas movidas publicando lo que obtenía tratando de llegar a las personas, lo que me dio buenos resultados me fui haciendo de personas que gustaban de andar en moto con los que hice algunas salidas.






Pero a veces el hecho de que nos guste andar en moto, no hace que nuestras personalidades tengan otro punto en común, y eso solo no sirve, andar en moto es mas que solo gustarte andar en moto....mucha redundancia, pero ilustra la idea, también son necesarios códigos, actitudes, ideas, personalidades y otras cosas que hacen que la relación en la ruta sea agradable porque de eso se trata.
En mi caso y en este caso la cosa, no sirvió, solamente encontré muchos egos, mucha careta.
A ver... a esta altura cabe aclarar las, como decirlo, categorías?, castas?, o como sea dentro de la gente que anda en moto; esta el tipo que compra una moto que sale un dineral y lo ve desde el lado de la inversión, se vanagloria de tener una moto que vale una fortuna pero cuando preguntas que viajes ha hecho, como la disfruta, te contesta que no la saca seguido porque es muy caro el mantenimiento y cuanto mas la rueda, pierde valor; esta el motero que saca la moto para ir a tomar un café a 50 kilómetros y volver; esta el motero que quiere llegar desde el punto A al punto B en el menor tiempo posible, llegar, guardar la moto, y salir a pasear a pie; esta el motero que solo compra "Japones" y de primera marca, aunque sea modelo 1980 y tenga 500000 kilómetros, sabe que no puede salir del pueblo porque seguro se rompe......pero anda en "japones", esta el motero que sale en grupo con una moto nueva y cuando no esta satisfecho con la moto, vuelve y la cambia, al fin de semana siguiente le pasa lo mismo y así va su vida; esta el que si compra moto tiene que equiparse hasta los ojos¡¡¡ y todo para salir a dar una vuelta al centro el domingo a la tarde¡¡¡¡; así podría seguir describiendo por cientos de paginas los personajes que andan en moto.
Después de todos esos, estoy yo, un híbrido total por cosas que después irán apareciendo, que como dice el dicho popular, soy un orejano que no aguanta la marca, al que no le importan las marcas, no le importa la ropa, no le importa el equipo, no le importa la facha, al que solo le interesa......andar en moto....y llegar lo mas lejos que te pueda llevar una moto, que aunque no lo crean, es una distancia infinita, tanto como llegue tu imaginación, no tiene limites.
Mi siguiente movida fue obviamente ir a un nuevo moto encuentro, estaba por ese entonces tratando de ver ese tema, así que encontré que en Azul, Provincia de Buenos Aires se hacia uno, muy conocido y afamado y se me plegó un vecino, Raul, motero recién iniciado mas o menos como yo pero con menos ruta, imagínate¡¡¡.
Era en otoño-invierno la cosa, y ahí se planteo la primera diferencia entre ambos y la característica que me definía y me define, mi vecino, reservo hotel¡.
Aquí se inicia otra división en mi vida de moto, por motivos que irán viendo a medida que avance este relato; el hecho es que pactamos nuestra salida para un viernes muy temprano, hacia un frío terrible, y la verdad es que si bien estaba bastante abrigado, el equipo no era el adecuado porque iba a ser el primer invierno de los muchos que vendrían que iba a rodar.
Nuestra primer tirada fue desde Loberia a Tandil, 115 kilometros  de mucho frío, arribamos a una estación de servicio y decidimos tomar algo caliente porque la verdad, yo estaba helado y no podía parar de temblar.
En el instante en que intentaba bajarme de la moto, el primer inconveniente, se me cayeron los anteojos y los rompí, encima teníamos que viajar el resto de la mañana con el sol de frente.
Después de un buen rato finalmente movimos y obviamente fui a comprar otro par de anteojos....





 y........ de nuevo a la ruta, aunque recorridos apenas no mas de 10 kilómetros, ya estaba tan helado y temblaba de una forma que parecía que iba a desmayarme, pintaba feo.
A esta altura quiero aclarar que no soy un blando, he pasado toda clase de cosas en mi vida, sobre todo fríos, calores, hambre, dolores varios y mojaduras, ya sea por trabajo o diversión, andando en moto o cuatriciclo por la arena, el barro o donde sea, en invierno o en verano, he conocido el cansancio extremo físico y mental, pero este era un frío diferente, un frío difícil de combatir por la quietud que llevaba sobre la moto, el vientito helado que te pega y se te mete por todos lados.
Fue en esos momentos en que ya estaba pensando decirle a Raul de parar a un costado de la ruta en que apareció una pareja que viajaba en una moto Custom, una Zanella Patagonia, si mal no recuerdo, me pasaron e inmediatamente me di cuenta que detrás de ellos su moto iba despidiendo una brisa cálida que me pegaba de lleno, me calentaba el pecho, me calentaba las rodillas, y me permitía avanzar con facilidad, con lo cual me quede detrás de ellos y en poquitos kilómetros ya me sentía mucho mejor y aclaro que no había hecho esto con mi compañero de ruta primero porque el iba mas rápido que yo y segundo porque su moto era muy fría, no despedía una gota de calor.
El viaje se volvió mucho mejor y aprendí algo que iba a servirme hasta el día de hoy: aprovechar la temperatura y la succión, cosas que se usan en las rutas, no en otro ámbito de las motos o cuatriciclos.
Ya casi llegando a Azul nos encontramos con una gran caravana de motos que se dirigían hasta un convento ubicado en la zona rural de Azul sobre la vieja Ruta 30, así que nos plegamos y hasta ahí fuimos, la verdad una linda experiencia ir junto a tantas motos, pero con la protesta de mi compañero ya que teníamos que circular un poquito por tierra, lo que marco una nueva diferencia entre nosotros, ya que de ninguna manera pondría por delante el conocer o disfrutar porque la moto este mas o menos limpia y eso es definitivo.
El lugar era bellisimo y trasmitía una paz increíble, como preparándonos para el desbole que vendría después.












Luego de ese momento de paz y reflexión, volvimos con todo el grupo a retomar nuestro rumbo original hacia Azul, y en ese tramo también ocurrieron un par de cosas que serian una constante en mis viajes, lo primero fue perder una cámara en plena ruta 30 que por suerte fue encontrada por mi compañero de ruta que venia detrás, y entrando a Azul, perdí un guante también hallado por mi compañero y aquí lo mas insólito, se me salio un tornillo del visor del casco y adivinen quien lo vio y lo encontró, si.... mi compañero de ruta, hasta el día de hoy un misterio como pudo verlo y decirme el lugar exacto donde estaba.
Dije anteriormente que estas cosas serian una marca en mis viajes porque siempre pierdo, rompo algo o me pierdo.



Una vez que estuvimos en la ciudad nos dirigimos al hotel, nos acomodamos en la habitación y nos encontramos con otros motoristas de Loberia, a quienes dedicare en su momento un párrafo especial.
También vi algo de lo que siempre reniego y he renegado, y que anteriormente mencione, llego al hotel un tipo con un auto con el cual arrastraba una trailer con una moto de muy alta cilindrada, luego de acomodarse, se equipo con un equipo como para viajar 10.000 kilómetros y solo tenia que hacer 10 cuadras, bajo la moto y se fue al moto encuentro, que cada uno saque sus propias conclusiones, yo hice las mías hace rato.
Finalmente nos dirigimos nosotros también al predio, y ahí fue donde me di cuenta en el quilombo en el que íbamos a estar por 2 días y 2 noches, lo que me llevaría a otras varias conclusiones y decisiones para marcar mi estilo de andar en moto.